miércoles, 10 de junio de 2009

Jacobo y Sara


Cuánto me gustan los regalos... Ayer me llegaron dos (días de mucho, vísperas de nada...). El primero, un libro, me lo envió Jacobo Muñiz: El maravilloso viaje de Xía Tenzin, de Patxi Zubizarreta, último Premio Ala Delta de Literatura Infantil. Lo ha ilustrado Jacobo con esa sensibilidad especial que ya le está llevando por muy buenos caminos, y, más que el jugo al texto, lo que le ha sacado es toda su melodía. Será por eso que, al abrirlo, suena una música...
El segundo regalo fue la cabecera de este blog. Mi cuarto de los cuentos parece otro gracias al talento de Sara Morante, que ha querido hacerme un regalo de cumpleaños aunque mi cumpleaños haya pasado de largo hace rato. Me trajo también otra bonita imagen para que nos dé suerte, y hasta aparecieron más tarde dos polillas revoloteando alrededor de la luz de nuestras mesas. Pero esto de las polillas es otra historia...
Gracias a los dos, de corazón.

7 comentarios:

Sara Morante dijo...

Gracias a tí, Ana...

Tengo curiosidad por ver el cuento de Jacobo por dentro... Al abrirlo suena una musiquilla? Qué bonito ;)

Yo todavía tengo a la polilla revoloteando por aquí... Algo quiere, algo busca.
Igual ese refrán tuyo no se cumple...

Besos!!

anna dijo...

Sí, sí, al abrirlo suena una música. Es como esas cajitas a las que hay que dar cuerda...

Me alegro de que la polilla siga revoloteando por ahí. Es terca, pero nos traerá suerte.

Besos, guapa.

Iban Barrenetxea dijo...

El viaje de Xía es una pasada. Para leerlo de un tirón y seguir disfrutando durante mucho tiempo de las sensaciones que deja. Y para tenerlo ahí volver a ellas una y otra vez. Las ilustraciones de Jacobo viven y se mueven incluso en las páginas donde sólo hay texto. No sería capaz de imaginarle el libro separado de esas imágenes. Lo dicho, una joya.

Y muy chula la cabecera. Qué cosas, ¿cómo se hace para que unos "sencillos círculos de colores" sean tan inconfundiblemente reconocibles como saramorantescos?

Polillas, mmmh... deliciosas... Un manjar para una lagartija. Pero ésa también es otra historia, jijiji.

Jacobo Muñiz dijo...

Mmm... qué a gusto se está aquí en tan buena compañía. Me quedo un rato, si no os importa...
Por cierto ¿se conocen esas polillas y las dos mariposas de Xía? Qué intriga..

anna dijo...

Claro, quédate todo el rato que quieras, faltaría más...

Las polillas y las mariposas de Xía todavía no se conocen, y no sé si les dará tiempo a intimar porque veo a una lagartija que se aproxima con aviesas intenciones...

Sara Morante dijo...

Aquí ya sólo falta la brocheta de langostinos, y ya tenemos montado el zoo :)
Algún día a ver si se juntan las polillas, la lagartija (con bozal) y las mariposas de Xía, pero con la puerta de la jaula abierta...

Tengo El maravilloso viaje de Xía Tenzin en casa! Seguiré los consejos de Iban, y lo leeré de un tirón...

anna dijo...

Me ha gustado eso de la lagartija con bozal (y con correa, que si no se nos escurre otra vez)... Lo de los langostinos, mucho menos.

Esta tarde me voy de viaje con Xía...